24 febrero 2013

Relojes de arena o la fugacidad del tiempo.

Observar un reloj de arena nos da a entender, más que ningún otro, la fugacidad del tiempo. Su lado positivo es poder ser conscientes de ello y que consigamos aprovecharlo mejor. "Carpe diem". 
El más pequeño del mundo se fabricó en Hamburgo hace 22 años, de 2,4 cm de alto y menos de 5 segundos. Uno de los mayores es la Rueda del Tiempo de Budapest. Otros, gigantes, en Japón y Moscú, tienen un recorrido de un año!.
Algunos relojes de arena sirven para marcar los tiempos en algún juego de mesa y un sinfín de cosas más que se nos pueden ocurrir.
Y si os gustan como elemento decorativo, de aspecto más moderno, éstos de VYP Regalos, os servirán para ello.

Reloj de arena.




De arena oscura o blanca, son igual de bonitos.
¿Cual elegiriais? 

Hasta pronto!.